sábado, 30 de enero de 2010

Octavio Paz

1 comentario:

  1. Un roce con la casualidad me derivo expeditivamente hacia una pequeña biblioteca muy cercana a la alameda central (la que se ve al inicio del video, monumento que no celebro porque no tiene ni un árbol) y hasta donde hace poco había una pista de patinaje. Es el centro del centro, llamado centro histórico de la ciudad de México. Entonces y por cortesía de Alicia di de lleno con la obra completa de este muchacho que estaba totalmente virgen, separada en varios tomos azules y gordos como la palma de un niño de diez años. Rápido admire su capacidad de trabajo, no solo por la cantidad de crítica, sino por la calidad de sus observaciones y por otro lado y al mismo tiempo, por ir entramando humildemente poesía entre palabra y tiempo.
    Como una pequeña ráfaga, entre las ráfagas mexicanas (como leí en Blog) se abrió un portal que estoy explorando. Seguro en unos años van a hacer un película si es que ya no la hicieron.

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