sábado, 6 de febrero de 2010

Que hacer?

A María, Marcos, mi vieja y Mauro.
Quienes me ayudan a pensar y a no pensar.


Contribuir a las causas de malestar social?
Hacia donde nos llevaría forzar las grietas de este sistema donde muchos intereses se contraponen y donde coexisten conflictos muy dispares, algunos cada vez más lejos de resolverse?

Este loco equilibrio que algunos llaman paz, parece auto regularse constantemente, romper las fronteras es algo común, es decir, lo revolucionario ya no revoluciona. El equilibrio es loco porque hay situaciones extremas, algunas cuantas muy injustas, otras ilegales, como ejemplos: corrupción, abuso de poder, anomia, explotación laboral, discriminación, falta de igualdad de oportunidades, inclusive violaciones a algunos derechos conocidos como fundamentales para el desarrollo de los individuos, pero estos problemas parecieran amortiguados, silenciados o bien congelados de diferentes formas y mientras estos pesan sobre algunos sectores o sobre otros, el día a día sigue su manera.

Por otro lado y la vez, este sistema que compartimos denota su carácter endeble. No solo porque el estado sobre- demandado no alcanza a responder las pretensiones de los ciudadanos, sino porque ante determinadas eventualidades, fracasaría notablemente. Un ejemplo claro es que pasaría si se corta la luz cinco, seis, siete o más días? Sin heladera. Sin Comunicaciones. Sin luz. De repente es el ensayo sobre la ceguera de Saramago. La autoridad así no podría ejercer su fuerza.
Mucha gente saldría a la calle a protestar pero notaría despues del primer día que eso se agota en si mismo, lo que necesitan son respuestas. Respuestas para sobrevivir.
A grandes rasgos: la hipótesis terrible serían los saqueos como en el dos mil uno y consecuentemente una lucha por el agua y la comida; la otra sería: ponernos de acuerdo para sobrevivir... Otra vez en pequeños grupos, procurando entre todos las mejores respuestas posibles.
La primera implica conflictos, sangre, violencia. La segunda, primero garantiza la sobre vivencia, posibilita opciones conjuntas, tirar todos hacia el mismo lado con toda la fuerza disponible.
Entonces, siendo que es tan fácil caer en el caos y en el malestar, deberíamos ser concientes de la importancia de nuestra conducta ética. La solución a nuestros problemas no las va a aportar el Estado, o no mientras no mejoremos nuestras maneras de relacionarnos entre nosotros.
La revolución mediante la agravación de conflictos existentes, es decir tirar abajo el sistema abriéndolo por cualquiera de sus grietas (que no son pocas), no solo implicaría el caos total como una foto de Haití, sino que ni siquiera garantiza la posibilidad de que tengamos algo mejor de lo que tenemos ahora.
Volvemos a Luis catorce, el estado soy yo, con una interpretación dinámica y necesaria… el estado es cada uno de nosotros, como alguien decía es (sigue y seguirá siendo) un reflejo de nosotros.
Quizás una buena opción sea abandonar el paternalismo y empezar a procura nosotros respuestas. A fin de cuentas es una actitud mediocre y poco conducente enojarse con Papa porque no nos da lo que queremos. Sanemos. Procuremos concentrarnos en las posibilidades que nuestra libertad nos ofrece, exploremos ese radio que esta al alcance de nuestra voluntad, accionemos. Es decir, no solo defendamos nuestros intereses, sino procuraremos mejores respuestas. Cuales son las mejores respuestas? Serán, como dijo Kligsberg las que empiecen a tener en cuenta la realidad del otro.

Con Amor, Juancho.

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